A veces tengo la sensación de que hay tanto “ruido” a mi alrededor, sobre todo por redes sociales dónde es imposible no compararte con los demás, que todo lo que hago, digo o pienso no tiene ninguna importancia, me vengo abajo, y digo, ¿para qué? Para qué esforzarme, para qué hacer esto u otro, si al final casi que a nadie le importa y parece que no me hace estar más cerca de dónde quiero estar.
Pones todo tu esfuerzo en hacer ciertas cosas y luego observas como lo que tú has hecho apenas tiene repercusión, mientras que si lo hace otra persona abren todos los telediarios contándolo. A ver, lo he exagerado un poco (o no, porque en la tele se ve cada cosa…), pero bueno, por ejemplo, las cuentas estas de internet que se dedican a robar imágenes y borrarles la firma del autor, estoy harta de ver cómo en sus perfiles un dibujo mío tiene cientos de miles de likes y en mi muro ves pasar rodando los arbustos estos secos como en las películas del oeste más oyes un ruido de grillo al fondo. U otra cosa que me ha pasado recientemente, una gran cadena de tiendas me escribe y me dice que si me parece bien que sorteen una ilustración personalizada mía en su perfil (que tiene casi un millón de seguidores) con la condición de que me sigan, pues ostras, claro que sí, yo ya me veía ahí con una oleada masiva de nuevos followers, petándolo, un montón de gente nueva me iba a seguir e iba a ver mi trabajo. Pues cero repercusión, lo hicieron de tal manera que nadie se enteró (espero que sea eso y no que mis dibujos les parecieran un mojón), creo que participaron en el sorteo como 40 personas y todos ya eran seguidores míos. Ahora me toca trabajar en algo en lo que no he ganado nada ni voy a ganarlo, maravilloso, ¿no? Creo que Amancio Ortega empezó a hacer su fortuna así, regalando su trabajo a cambio de nada, seguro.
Y tengo mil historias para contar parecidas y seguro que tú que me estás leyendo también, y estás cosas a veces te conducen a pensar que nada de lo que hagas importa, pero leñe, sí importa, y mucho y lo he puesto en este dibujo para grabárnoslo en la cabeza, imprimirlo y verlo contínuamente. Porque quien primero debe saberlo eres tú, y si luego los demás lo ven también, pues mejor, que no lo ven, pues mira, que quieres que te diga, claramente están cegatos perdidos, eso es así, porque todo lo que salga de dentro de ti es importante.
Y como no, aquí os dejo un poquito de promoción con estas libretas ideales para bullet journal y preciosísimas como ellas solas.
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