Cuántas veces te has dicho a ti mismo: yo no puedo con esto, esto es muy difícil para mi, yo no seré capaz… Pero, ¿por qué no vas a ser capaz? Eres tan capaz como cualquiera o incluso más. Eso sí, todo requiere un esfuerzo, lo de la suerte es sólo para unos pocos; pero te digo una cosa, al final, no sé cómo, pero si te lo propones y trabajas duro, lo consigues. Te tropezarás, sentirás miedo y te querrás rendir mil y una veces, pero hay que seguir hacia delante. Nadie dijo que fuera fácil, pero tú lo puedes hacer.
Dejo esto aquí bien apuntado para que no se nos olvide, que, no sé a vosotros, pero a mi por lo menos se me olvida mucho.
¿Por qué escribo todo esto? Es una especie de recordatorio para mi misma. Empiezo una nueva etapa desde ya, me lanzo a la aventura de hacerme empresaria por fin, después de mucho tiempo de tantear el terreno, y aunque por un lado me emociona mucho, por otro me da un miedo enorme. Llevo unos días que ando un poco bloqueada, quiero hacer muchísimas cosas nuevas que ya se suman a mi larga lista de cosas pendientes de hacer, y tengo un lío enorme. Aunque no es lo que más me preocupa, porque sé que antes o después sacaré todo el trabajo, lo que me preocupa es ¿servirá de algo?
Y sí, hay que pensar que sí, que el trabajo duro tiene su recompensa, antes o después. Piensa en aquella vez que conseguiste aquello que no creías que sería posible, no sé, algo como una buena nota en una asignatura muy difícil, aprobar el carnet de conducir, aprender algo nuevo… Y cómo lo conseguiste, a menos que seas de esos pocos a los que la suerte les sonríe o recurren a tretas poco apropiadas (que de esos hay muchos y daría para escribir muchos posts), lo conseguiste a base de esfuerzo. Y no hay mayor satisfacción, ¿verdad?
En mi caso, uno de mis mayores orgullos y que mayor satisfacción me ha producido fue sacar un sobresaliente en mi proyecto fin de carrera. Aquí donde me veis soy Graduada en Administración y Dirección de Empresas, y aunque no fui ni de lejos una alumna brillante (más bien todo lo contrario), el último curso de universidad me propuse aprovecharlo al máximo. Yo ya tenía una titulación universitaria, era Diplomada en Empresariales; pero después de una mala experiencia laboral decidí que si dejaba ese puesto de trabajo que tanto odiaba era por sacarme el cuarto curso adaptado y aumentar así mi titulación. Y ese último curso aumenté mucho mi nota media (cosa que no era muy difícil por otro lado), pero lo mejor de todo fue mi trabajo fin de grado, que me demostró que si quiero soy capaz. Me costó estar mucho tiempo encerrada en casa, rodeada de libros, y quizá alguna amiga se enfadó por no quedar para salir. Creo que nadie se podía imaginar que fuera a sacar esa nota, y menos que me propusieran para matrícula de honor por mi proyecto, cosa que ya no conseguí debido a mi regulero expediente académico, pero hubiera sido la guinda del pastel sin duda.
Seguro que vosotros tenéis una anécdota similar que os sirva para demostraros que si lo quieres y trabajas duro, lo consigues. Así que en esas estoy yo, haciendo algo que no tiene nada que ver con mi carrera universitaria, pero algo que realmente me apasiona y para lo que me he preparado y me sigo preparando mucho, trabajando duro y sacando tiempo de donde no hay para conseguir lo que quiero.
¿Lo conseguiré?